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¿Has pensado en rentar sin contrato de arrendamiento tu casa o departamento? podrías involucrarte en graves problemas legales que afectarían tu patrimonio.

Es posible que confíes mucho en tus inquilinos y creas que nunca dañarán tu inmueble, ni dejarán de pagarte la renta. Quizá piensas que la elaboración de un contrato de arrendamiento adaptado a tu propiedad es un gasto innecesario. Incluso podrías haber utilizado un contrato genérico como los que de las papelerías o descargado de internet para formalizar tu acuerdo. Sin embargo, ninguna de estas alternativas te garantiza seguridad, ni tranquilidad.

La elaboración de un contrato de arrendamiento es fundamental para formalizar el acuerdo entre el propietario o administrador de un inmueble y los inquilinos. Es el instrumento más importante en caso de algún conflicto con los arrendatarios o la autoridad. Sin este documento, los acuerdos verbales no están respaldados y tampoco tienes garantías de lo que hubiesen acordado.

Sin un contrato de arrendamiento no podrás reclamar un incumplimiento por falta de pago, ni hacer responsables a los inquilinos por tu inmueble. Tampoco podrás demandarlos directamente en caso de que quieras iniciar un proceso judicial. Peor aún, si se llega a cometer un delito en tu propiedad, no tendrás ningún documento que te ampare como arrendador y la autoridad podría quitarte tu casa o departamento bajo la figura de extinción de dominio.

Entonces, ¿cuáles son las ventajas de contar con un contrato de arrendamiento especialmente diseñado para ti?

Prevenir conflictos con los inquilinos

Todos los Códigos Civiles establecen reglas generales para el arrendamiento de bienes inmuebles. Lamentablemente, estas reglas no necesariamente satisfacen las necesidades específicas de todos los arrendadores. A continuación enlistamos algunos de los temas más importantes que se pueden acordar en un contrato, aunque no cabe destacar que no son los únicos.

  • Reparaciones del inmueble: ¿cuánto tiempo tiene el inquilino para reportar la falla?, ¿a quién debe llamar?, ¿a cargo de quién corren los gastos?
  • Vigencia del contrato: ¿cuánto tiempo durará el contrato?, ¿podrá renovarse automáticamente?, ¿con qué anticipación deberá notificarse la salida del inmueble?
  • Pago de la renta: ¿en qué fecha se realizará?, ¿de qué forma?, ¿qué cantidad?, ¿habrá depósito en garantía?, ¿existirá penalización por pago retrasado?
  • Aumento del precio de renta: ¿cuánto aumentará el precio?, ¿con qué frecuencia?, ¿existirán excepciones?
  • Amenidades incluidas en el inmueble: ¿en qué condiciones se encuentran?, ¿qué uso está autorizado?, ¿implican un cobro extra?
  • Actividades permitidas en la propiedad: ¿existe un reglamento de condóminos?, ¿hay regulaciones especiales del ayuntamiento?, ¿existen horarios específicos para la realización de reuniones o celebraciones?
  • Sanciones por incumplimiento: ¿qué conductas por parte de los inquilinos pueden ser sancionadas?, ¿cuáles serían las sanciones permitidas?

Un contrato de arrendamiento debe ser como un traje hecho a la medida, adaptado a las necesidades de cada situación y las personas intervinientes; esto te permitirá establecer de manera clara y precisa las obligaciones de cada parte. Por eso ningún abogado recomendará rentar sin contrato de arrendamiento, así ¡nadie podrá alegar desconocimiento, ni decir que no hubo un acuerdo!

Acelerar los procesos judiciales

Si no tienes un contrato firmado, no puedes solicitar directamente a un juez que use la fuerza pública para desalojar a los inquilinos morosos, ni recuperar tampoco los pagos que te deban por concepto de renta. Antes de poder demandar tendrás que llevar a cabo un largo y cansado procedimiento prejudicial para acreditar que es verdad que tenían un convenio y cuáles eran las condiciones del mismo.

Entonces, todos estos problemas se pueden evitar con una simple acción: conservar el contrato de arrendamiento firmado. Sencillo, ¿no?

Evitar la extinción de dominio

Si tienes la mala fortuna de que en el interior de tu inmueble se cometa un delito, es posible que el mismo pueda ser objeto de extinción de dominio. En estos casos, el contrato de arrendamiento es una de las pruebas fundamentales para demostrar que no tenías conocimiento de las conductas que se realizaban, que estaban expresamente prohibidas y que realizaste acciones preventivas para evitar que esto sucediera.

Si no cuentas con este documento, será sumamente complicado comprobar que tú no tenías nada que ver con las actividades delictivas que se llevaban a cabo en el interior del domicilio. Sabiendo esto, ¿crees que es buena idea rentar sin contrato de arrendamiento? ¿aún piensas que es un gasto innecesario?

Si aún no cuenta con un contrato de arrendamiento, estás a tiempo para regularizar tu situación y evitar todos estos problemas. Nosotros estamos listos para ayudarte. ¡Contáctanos!

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